sábado, 12 de julio de 2014

S.O.S

S.O.S

El hombre es bueno por naturaleza hasta que empieza la guerra.

Algunos la viven a partir de videojuegos, otros por las noticias, otros  a través de la diplomacia.

Algunos la sufren por nacer, crecer y vivir en zonas de conflicto.

Hay otros que son las armas humanas, la carne de cañón, los que siguen órdenes, los que se enfrentan cara a cara con la muerte y la violencia…todos los días….toda su vida.

Para algunos son héroes de guerra, para otros…el enemigo.

Pero son humanos, como tú, como yo, como los que fueron y como los que vendrán.

Y están destrozados.

Su psique solo responde al instinto de supervivencia, no porque lo deseen así.

Así fueron entrenados.

Así tuvieron que vivir para ver el sol, la arena, el mar, los edificios rotos una vez mas.

¿Y qué pasa cuando termina la guerra? ¿Qué pasa cuando regresa la “calma”?

NO HAY CALMA

Algunos se vuelven alcohólicos, otros ladrones, otros tienen la fortuna de reinsertarse a la sociedad siendo medianamente funcionales.

Quieren amar y ser amados…pero ya no saben cómo.

La sombra de la muerte, del “tu madre es mi puta, tu hermana es mi puta, tu hija es mi puta, TU eres mi puta los persigue por siempre.”

Y tienen miedo.

Regresan a un mundo que ya no es el suyo. Siempre ven moros con tranchete. Siempre a la defensiva. 

Siempre la huida, siempre las pesadillas, siempre por siempre.

La realidad de un mundo en paz o mediana tranquilidad está torcida.

Distorsionada

Y no hay nadie que los entienda.

Los recuerdos de cargar decenas de féretros de queridos amigos caídos en combate, la bandera ondeando, los cañones sonando, la marcha fúnebre con gaitas.

Las bombas, los niños muertos, las mujeres violadas, el hambre, la pobreza, la ONU,las armas químicas, los roces de bala, los cascos, las drogas, el diferente, el estres postraumático, la pensión al llegar a los 65 años.

 Bosnia, Irak, Irán,Kuwait,Hawaii,Cuba…en el fondo es lo mismo.

Gente que muere, familias destrozadas, el petróleo, la religión, el yo tengo la razón.

 El no hay esperanza.



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