Delfín colapsando en las redes de un barco atunero
del que tú eres capitán
si logro soltarme,
un remolino de desconciertos me succiona al fondo abisal
Delfín colapsando en las redes de un barco atunero
del que tú eres capitán
si logro soltarme,
un remolino de desconciertos me succiona al fondo abisal
A quienes tienen dientes de leche emocional
que recogen conchas marinas sin pensar que el huracán les puede arrasar
a los perros famélicos que no esperan salir de la miseria
que son libres con todo lo que la incertidumbre dá
así, tirados en la arena observan la inmensidad del mar
a los pelícanos que se dejan llevar por la corriente del río
al árbol de mango que con su aroma da placer
a mi paladar
¿Será que no sé que hacer conmigo mas que observar?
Parece lejana hasta que entiendo que también soy culpable
con mi silencio
tomo café y veo las noticias
luego sintonizo música en mi aplicación modernísima
me siento afortunada por no ser víctima de la masacre
y compro productos que apoyan la elaboración de otra arma maldita.
Cansada de no tener más que estos pensamientos
que están sudando veneno
quiero evaporarlos bajo la luna gorda y amarilla
deshojar la margarita de la costumbre y secar sus pétalos dentro de un libro
que al pasar el tiempo lo lea y me dé un respiro
necesito saber que si escribo de noche en el desierto me cuida el fuego
necesito creer en el amor que veo en tus ojos negros
pero esta quimera se cuela una y otra vez por mis sentidos
no importa lo que haga.