Sentada en una banca era del viento parte
sin raíces ni destino
Me levanté y busqué en mis ruinas
resulta que en mis venas corre sangre de parteras, espiritistas, maestras normalistas,encarcelados por no estar de acuerdo con el trato que le daban a los henequeneros,huérfanas que dormían en bodegas, emigrantes niños exiliados arrebatados de su tierra y padres, bisabuelos que vivían en vecindades y en la calle vendían libros usados,propagandistas rojos sin miedo a tomar el altavoz, repartir volantes, cargar muertos en carretillas durante la revolución
De allá vengo, de la tierra de los chaneques, donde los blancos y libaneses tomaron posesión, de allá donde la policía mata gente solo porque puede, de la noche blanca siempre ensangrentada, de los cenotes rescatados por niños, porque no quieren que su futuro sea un desague porcino, de la comida gorda y sabrosa, de los salbutes y el puerto progreso prometido
Muchas veces no sé a dónde voy
pero al menos sé porqué y de dónde respiro.
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