Dicen que el deseo es invisible
lo veo pasando lento
casa antigua
vida antigua
cuerpo antiguo
Cambiar de piel con la puerta abierta sin verguenza es parte de mi destino
Durante un tiempo estuve en guerra agotada
de silencio esclava en un faro abandonada
Sirena de estrellas rojas por pezones
luz encrudecida hoy humana
Sentada sobre piedras al ras de la marea
escribo sobre tus manos que no son tersas
No busco encandilarme con fantasmas que alguna vez fueron mis amantes favoritos
Te escucho reposando en mi quijada
Camino por el muelle y me encuentro en el ronquido de los buques cargueros cargados de misterios
Isla lejana abre tus puertos
déjame quedarme adentro
no soy diestra en el arte de nadar paciente
Mientras sangran mis pies grito en el arrecife
que a tu lado me encuentro siempre
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