Había una vez una bella damisela, que vivía empapada en sudor
un día se fue a un castillo porque no aguantaba su pasión y perdición
entonces
(se acuesta boca arriba viendo el cielo)
llegó a un campo florido que se encontraba pasando un bosque húmedo
tierra mojada
y un camión
la recibieron unos monjes budistas que le dieron atención
madrugó,meditó
regresó su cueva y ahí quedó.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario