Hay estacionamientos de bodegas que sirven de hotel a inmigrantes y vagabundos.
Cada noche veo cómo acomodan sus cartones y cobijas viejas
cada mañana veo como las recogen para volver al anochecer.
Hoy no hay nadie
solo un charco enorme de sangre que empieza a secarse y gasas sucias por todos lados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario