miércoles, 11 de julio de 2012

hibakusha

La historia del Sensei Tomonaga Ijiro que se encuentra en el libro "Guerra Mundial Z" de Max Brooks me recordó mucho a un señor que conocí en el 2011:

Acababa de pasar el Devastador Tsunami  y poco tiempo después tuve el placer de hospedar a una bella artista japonesa en mi casa durante un par de meses.

Fuimos al DF a visitar a su mentora y amiga Miho, pues organizó varias subastas para recolectar fondos y enviarlos a su país. A su vez organizó una exposición colectiva de artistas mexico-japoneses y japoneses en el museo del Chopo.

Y ahí estaba ese señor:
chaparrito
sonriente
viejito

Nos comenzó a explicar la filosofía del arte japonés y su diferencia con la del occidente, y bla bla bla mientras caminábamos por la gran sala
y en eso
 lo veo en unas pantallas:

-¿Es usted?
- Si
-No conocía su historia
-Así fué:
acostumbraba ir con mis amigos a la montaña cada semana a recoger mushis (insectos)
pero ese día no se porqué me quedé en mi casa
estaba con mi madre en la cocina y de pronto BUM!!!
Mi madre me abrazó...

SILENCIO

Nadie decía nada
nadie quería hablar del tema
no había comida y se nos antojaba hasta una piedra
un árbol
un zapato
lo que fuera
muchas mujeres se suicidaron pues les dijeron que no se podrían casar ni tener hijos...

Con el tiempo me volví artista, pero serlo allá es muy difícil pues la individualidad es mal vista
por eso (y otras cosas) muchos emigramos
Me doy cuenta que los jóvenes en realidad no valoran lo que tienen
no saben lo que es el hambre
son muy afortunados y ni siquiera se dan cuenta...


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