miércoles, 25 de enero de 2012

DULCE PERSONAJE

Cuando era niño lo corrieron de su casa, un amigo lo adoptó con la condición de que trabajara en su dulcería y no faltara a la escuela.

No faltó ni un día.

Con el tiempo, a la manía de comer caramelos agridulces se le adicionaron las drogas duras, suaves, y legales.
Podía inyectarse cuanta porquería encontrara; incluso una vez se chutó una tacha:
Tirado en el piso, el azul de la sustancia se mezclaba con el rojo de su sangre mientras el sudor frío se deslizaba  por su piel; podías hablarle y no te contestaría.

No sé que sueños tendría.

Con la edad, consiguió trabajo y una mujer, pero los vicios no lo dejaban:
al terminar sus actividades laborales, se compraba dos botellas de vodka barato y se sentaba en su sillón a ver tv en pelotas, ebrio y completamente drogado; cuando su mujer se encabronaba lo corría y alguna vez lo dejaron fuera de su casa.
Verlo correr por la ciudad de madrugada y luego encontrarlo en la prisión era una escena común en sus días.

Con sueños,pero sin esperanzas se quedó solo como todos;  no ha muerto, de cuando en cuando se da un lujo y toma un Dr. Pepper acompañado de gomitas enchiladas y un paquete de cacahuates y a veces otro tipo de caramelos, de esos agridulces, crueles y algunas veces necesarios.


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