Surfean en los ojos de mi desgracia
abren grietas
gota a gota
luego en cascada
Algunos millones se atoran en mi garganta
mutando en espinas rosadas
juegan con las cuerdas vocales y orquestan una sinfonía
obligándome a decir lo que quieren
Aquellos que están en el aire, entran por mi nariz y fácilmente me embriagan
bailan conmigo hasta desmayarme
se van coquetos
antes me besan lento
Llegan al centro de mi cuerpo y se vuelven fuego
me rasguñan las entrañas
se ensañan
sacan pico y pala derrumbando las paredes de la certidumbre
Agudos recorren mis piernas con sus patas
me llevan a caminar sin pensar en el destino
sin importar el sentido
Regresan a mi cabeza
dibujan un letrero en mi frente transparente
diciendo que estoy harta del perdón y gracias.
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